Tuesday, September 18, 2007

REGRESO A SANTO DOMINGO

Regreso el 2 de octubre. Hace varias semanas entregué mi carta a la dueña de mi apartamento avisándole que me iba. La vieja no perdió tiempo...

1- Una mañana yo estaba durmiendo y siento que me están abriendo la puerta de la casa para entrar. Me levanto quillá y abro con mi bajo a boca y mi cara de "quién jode?". Había una doña rubia de una agencia inmobiliaria y una doña que se quedó sorprendida y dijo "ay, pero hay una persona en esta casa" y la tipa de la agencia responde diciendo que ella lo sabía pero que yo me iba en octubre. Oiga amiga, si uté sabe que yo todavía vivo aquí no abra la puerta sin tocar, etúpida! Nunca entraron a la casa y se fueron.

2- Al día siguiente me tocan el intercom y me avisan con una gran anticipación de 5 minutos que había gente afuera que quería ver la casa y yo no podía decir que no. Me cepillé los dientes y los dejé entrar. Llegó la misma rubia etúpida con 2 madres y 4 hijas de 17 ó 18 años que analizaban la casa con sus ojitos brillosos e ilusionados como de quien empieza una nueva vida. Yo escuchaba a la etúpida darle el tour de mi casa y cada cierto tiempo la tenía que interrumpir para dejarle bien claro que los muebles que ella estaba diciendo que venían con la casa los había comprado YO. Etúpida! Desde que se fueron me puse a llorar incontrolablemente... qué envidia... yo también quiero empezar otravez.

3- Esta vez me agarraron en pijama como siempre, pero preparada con una sonrisa de promotora y un folder lleno de fotocopias con la lista de todos los muebles y electrodomésticos que tengo que vender.

4- Ya no me importa nada. A la última persona que vino le tocó ver mi casa con la cama desarreglada, la sábana por el piso, un bajo a salchicha que yo acababa de freír, las ollas sin fregar, el piso lleno de cabellos y, como siempre, yo con mi pijama y mi bajo a boca. Pero siempre con una sonrisa!... y una fotocopia...

NEXT!

Milano, 115 libras