Wednesday, November 01, 2006

YA SE ACABO OCTUBRE


Necesitaba caldito de pollo y no tenía. Era domingo y TODO cierra aquí
(aquí nadie trabaja los domingos y se la pasan comiendo y durmiendo
siestas y cerrando todo al mediodía y temprano.) Entonces aquí no
conozco los vecinos. "Vecinaaaaa deme una sopita ahí pa hacei un
rissottico"..... Decidí espiar a los vecinos a ver cómo es la gente
que vive aquí en mi edificio. Cada vez que oía unos zapatazos bajando
la escalera, corría a la escalerita de al lado de mi cama, daba un
brinquito, me subía al "lounge" gateaba y me asomaba por la ventana
media sofocada ya... en varias ocasiones no salió nadie al fin y al
cabo. Otras dos veces sí. En una dos hombres, uno como mexicano y
bajito, otro más alto y... y no lo vi bien, no sé de dónde parecía.
Otra vez oí que sonó el intercom del apto de al lado y corrí hacia la
ventana, esta vez para espiar a los visitantes de mis vecinos. Llegó
un muchacho alto, con un afrito de pelo rizo pero que en verdad se
notaba que no tenía mucho cabello (o que muy pronto no iba a tener
mucho cabello). Llevaba una funda en la mano e hice un esfuerzo para
ver si llevaba alcohol en la funda, porque eso siginificaba fiesta y
más bulla en estos aptos que se oye todo. Pero fue inútil, estaba
oscuro y no se veía nada. Al final no oí ninguna fiesta ni mucho
menos, sólo se oía a la estúpida o estúpido vecino que vive justo
encima de mí y que mueve y mueve y mueve muebles toooodos los días y
tooodo el tiempo, tutti i giorni e tutto il tempo... "Amiga, si lo
tienes que mover todos los días el mismo mueble, no será porque está
mal ubicado?"

Con el paso de los días voy acostumbrándome más a la idea de una vida
sola. Buscando cosas que se pueden hacer sola:
- leer en MI parque. Acabé de leerme otro libro, esta vez en italiano
para practicar, y me senté en la grama y no en el banquito para
variar. Ya me compré otro libro que es la continuación de ese.
- comer cocaleca y ver el DVD de Sex and the City
- beber Bailey's y ver la película "Temporada de Patos"
- oír "I don't feel like dancing" a todo volumen (claro con audífonos
para no disturbar a los vecinos porque YO soy una condómina decente) y bailar sola como tremenda loca cerrando la cortina para que no me vean los vecinos que aún no me conocen y no sería una buena primera impresión
- oír esa misma canción y fregar
- cocinar platos más elaborados y variados. Hice unas papas en rodajas, con aceite verde y romero, queso derretido y zucchini con filetico de cerdo. Ya soy toda una experta pelando papas! Puedo salir en el infomercial!
- sentarme a pelar ajo para guardarlo congelado (definitivamente no soy experta pelando ajo todavía)
- picar cebolla y llorar oyendo la canción "Eres casi el hombre perfecto" (llorar por la cebolla, no por la falta del hombre
perfecto!) Supuestamente en el edificio que yo estoy viven muchos estudiantes latinoamericanos. Yo sólo espero que los vecinos que viven de mi lado del edificio no sean esos, sino italianos, para que no entiendan qué clase de música está esuchando su vecina
- lavarme la cabeza y barrer todo el piso por las 100 hebras de cabello que se me salen cada vez que me lavo la cabeza y luego seguir barriendo porque nunca se acaban... La ultima vez que me lavé la cabeza no vi a nadie, me afeité las piernas pero me puse pantalones, barrí la casa pero no recibí visitas...

La noche del 30 de octubre no dormí bien. Eran las 4am y todavía
estaba despierta. El colmo es que de alguna manera un mosquito logró
entrar a mi casa a través de los dos centímetros que abre mi
ventana... y me pasaba por el oído el desgraciadito ese. Pero no
termina ahí, no. Amanezco yo el 31 de octubre con EL OJO IZQUIERDO
HINCHADO abierto hasta la mitad nada más. Me picó. Ese estúpido cogió
el mejor lugar. Por lo menos era el día de Haloween, ese era mi
consuelo. Bueno a la tarde se me bajó el hinchazón, aunque todavía
picaba como hormiguitas adentro. Pero no termina ahí. No. Me quería
hacer una cocaleca en el microondas y me agacho a enchufarlo y TAN me
doy un cabezaso con una de esas poncheritas que cuelgan de mi pared
para meter cosas y utensilios de cocina. Pero no era cualquier
poncherita, era la que tiene los cuchillos y con la punta para
arriba... qué susto, a correr a ver si no me rajé, y por suerte no.
Una cortadita chiquitica, pero CLARO hinchada... Me quedé chueca y
decidí dormir una siesta antes de salir a la fiesta de Halloween en la
noche, y justo cuando me estoy acostando la ESTUPIDA de arriba empezó
a mover muebles otraveeeeez, y yo como "ay, pero no puede serrrrrrrr
yo solo quiero descansarrrr tate tranquila muchachaerdiantre"... No se
tuvo quieta no, pero me logré dormir un chin. Para salir resolví mis
problemas con mucho maquillaje en los ojos y una boina hasta la mitad
de la frente para tapar mi nuevo chichón! Era Halloween y se me
perdonaba!

Milano, 106 libras (sí, rebajé 2 o conté mal la primera vez)

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